Aspectos psicológicos del ser humano que influyen en la comunicación

El cerebro del ser humano es como el motor de un coche, si algo va mal puede llegar a pararse (no evoluciona). Muchas veces si previniéramos revisando niveles, evitaríamos tener que cambiar piezas y por ende tener accidentes.

Aspectos psicológicos en la comunicación

El largo proceso evolutivo del ser origina los aspectos psicológicos: los pensamientos, sentimientos y conductas.

Esto nos lleva a deducir que si se modifica el modo de pensar, sentiremos de forma diferente y nuestro comportamiento será distinto.

El pensamiento es el principal determinante de las relaciones humanas. Si es disfuncional, será la causa de malestar emocional y de la consecuente mala relación.

Una relación no puede estar desarrollada en un contexto en el que sólo sea apoyo o sólo confrontación. Sin embargo, deben coexistir ambos aspectos o de lo contrario estaremos ante una relación superficial.

¿Cuál sería el porcentaje correcto para conseguir el equilibrio de la relación? Posiblemente un 30% y un 70%, correspondiendo a la confrontación el 30% y el 70% al apoyo.

La relación humana debe llevar como ingredientes básicos la responsabilidad, la autenticidad, la escucha y la aceptación. Cuando perdemos la conexión nos vamos a ego. La conversación auténtica y dinámica nos llevará al equilibrio, pues cualquier relación en la que el aprendizaje y el desarrollo aparezcan como elementos importantes, generará en algún momento manifestaciones de apoyo y confrontación.

Otra vez más volvemos a la importancia de la comunicación oral, ya que la escucha profunda y verdadera emana siempre de la presencia, sin olvidar que la calidad del liderazgo depende de la calidad de conversar. Esta calidad de conversar va a depender siempre del sustrato de la argumentación y de la empatía que se crea.

La naturalidad nos llevará a observar y mirar al otro de igual a igual. La autenticidad nos impedirá aparentar algo que no es real, que no somos.

En el contexto de las reflexiones debemos señalar lo improductivos que son los sentimientos de resignación, rabia, resentimiento… La resignación, tristeza, abatimiento, nos restan energía, ilusión, ambición sana. El resentimiento, la rabia, el rencor, acaparan la energía y la enclaustran. Todos ellos, nos llevan a un bloqueo estéril.

En las relaciones y comunicaciones uno de los elementos fundamentales es la escucha que nos permite indagar y descubrir. Parafraseando encontraremos conexiones y alguna confrontación, sobre todo si no ahogamos las intuiciones. No debemos guardar conversaciones que se pueden volver tóxicas.

Si intentamos reflexionar sobre la importancia de la escucha activa, desde la empatía y respeto de la igualdad, intentaremos abarcar todos los elementos de la comunicación (verbal, no verbal, paralingüística), pasando por las emociones que nos estamos trasmitiendo, teniendo siempre presente que sin escucha no hay comunicación.

Algunas conductas que nos alejan de una escucha activa correcta:

  • Abusar de frases hechas.
  • Dar consejos.
  • Imponer opiniones con confrontación agresiva.
  • Juzgar a la persona con la que estamos comunicándonos.
  • Interrumpir constantemente.
  • Culpabilizar.

Cuantas veces utilizamos frases hechas, sin darnos cuenta de que están fuera de contexto: “ir hacia atrás, ni para tomar impulso”. ¡Pues no es verdad! Algunas veces hay que dar un paso a atrás, reflexionar y pedir disculpas. “La vida es como andar en bicicleta, si te paras te caes”, pero… ¿acaso sabes hacia dónde vas? ¿Es preciso que vayas a tanta velocidad? ¿No sería mejor parar y contemplar el paisaje?

Con facilidad derrochamos consejos sin ser capaces de ponernos en los zapatos de la otra persona que, posiblemente, lo que menos necesite sea este tipo de aseveraciones.

Nunca serviremos de ayuda si imponemos nuestra opinión y criterio con confrontación agresiva, sobre todo si nuestro canal o canales de comunicación son distintos a los de nuestro interlocutor. Siempre debemos recordar que la confrontación de ningún modo debe ser agresiva y, lo más importante, deberá ir precedida de un porcentaje de apoyo muy superior a ella.

Entenderemos que el verbo juzgar es sólo patrimonio de los juristas. Los terapeutas nos limitaremos a seguir un ordenado razonamiento sistémico para ayudar a que se descubra el origen y justificación o no de los comportamientos.

Las interrupciones frecuentes casi nunca tienen el suficiente valor como para suplantar el hilo pensador del que está hablando. Las interrupciones actúan como barreras y sobrecarga de información que avocan con facilidad a la insatisfacción.

Departamento de Psicología Ortofón

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