También conocido como derrame cerebral, este síndrome clínico es una enfermedad que se presenta de manera súbita y suele estar ocasionada por una alteración directa en el flujo de los vasos sanguíneos del cerebro.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente 15 millones de personas sufren un ataque cerebral, de ellas 5 millones fallecen y 5 millones quedan discapacitados y sufren serias secuelas.

La función de un logopeda es fundamental en la rehabilitación del lenguaje para reestructurar las funciones lingüísticas tanto expresivas como comprensivas de una persona que haya sufrido esta enfermedad y haya visto afectada su capacidad de habla y expresión. Entre las técnicas utilizadas están la repetición, la categorización o la asociación. Para los pacientes más afectados las técnicas compensatorias incluyen los sistemas alternativos de comunicación.

De igual forma, tras un infarto cerebral puede verse afectada la deglución, provocando incapacidad para tragar, ahogo cuando los líquidos o los alimentos que se ingieren entran en la tráquea, etc. También en este aspecto la labor de un profesional de la Logopedia es indispensable.

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