La comunicación es la forma en la que usamos el lenguaje verbal y no verbal para compartir nuestras experiencias, pensamientos e ideas con los demás. Es por ello que entendemos la comunicación como un derecho humano esencial, un concepto fundamental que resulta irremplazable para la consecución de otros muchos derechos a los que se accede en ámbitos como el social, el educativo, el profesional, etc.
Por otra parte, todos sabemos que el profesional de la Logopedia interviene en todos los procesos de la comunicación humana, en los trastornos relacionados y en los medios para prevenirlos, evaluarlos y tratarlos. Un logopeda actúa en todas las etapas de la vida en las que pueden presentarse alteraciones de la comunicación y el lenguaje. Podríamos decir que es el logopeda quien puede proveer del derecho fundamental de la comunicación a aquellos que se ven privados de él.
Una vez manifestado lo anterior, seguimos sin entender el agravio comparativo que sufren algunas personas que, por diferentes razones (especialmente económicas), no tienen acceso a tratamientos logopédicos destinados a lograr que el paciente disfrute de óptimas habilidades en el ámbito comunicativo, ya que, si consideramos a la comunicación humana como un derecho fundamental y a la Logopedia como la disciplina que la evalúa, la trata y la restaura, es fácil deducir que el acceso a tratamientos logopédicos adecuados también es un derecho fundamental.
De cualquier forma, por poner un ejemplo comparativo, sabemos que existe un artículo en la Constitución Española que defiende que todos los ciudadanos tienen derecho a una vivienda digna, sin embargo, en la práctica, ese “todos” no viene incluyendo a la totalidad de la ciudadanía. El ejemplo quiere dibujar un triste parecido con el difícil acceso a los tratamientos logopédicos de muchas personas que se ven privadas de su derecho a adquirir unas correctas habilidades en la comunicación y el lenguaje que les permita recibir y comprender mensajes y expresar sus ideas y opiniones.
Pensamos que es la Administración competente la responsable de que todo el mundo tenga acceso a mejorar, corregir o restablecer sus habilidades comunicativas, por tratarse de un factor clave que influye directamente en aspectos fundamentales de la vida: las relaciones sociales, las profesionales, la cultura y la educación, la autoestima, etc.
