Hablemos de los efectos negativos del uso de muletillas o tics verbales en el habla.
Como quien no quiere la cosa, en el transcurso de cualquier conversación se repiten constantemente una serie de expresiones que los interlocutores han adquirido de modo rutinario.
Según el Diccionario de la lengua española (DRAE) una muletilla queda definida como la «voz o frase que se repite mucho por hábito».
Las muletilla o tics verbales son un recurso oral y sirven para complementar el discurso, ya sea con la intención de mantener el interés, subrayar una puntualización, poner énfasis en algo o buscar la aprobación del resto, entre otras funciones.
Recursos convertidos en vicio.
Sin embargo, el empleo constante de éstas puede derivar en un vicio que deja en evidencia la falta de mensaje y las carencias lingüísticas de todo aquel que las emplea.
Cuando hablamos de los efectos negativos del uso de muletillas o tics verbales en el habla, siempre diremos que son contraproducentes. El motivo es claro: son un distractor para el receptor del discurso, al que no llega el mensaje.