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Preguntas frecuentes sobre la Terapia Miofuncional

Bienvenidos a esta guía informativa que trata de resolver las preguntas frecuentes sobre la Terapia miofuncional. En nuestra clínica Grupo Motyva, entendemos que recibir un nuevo diagnóstico o la recomendación de una terapia puede generar muchas preguntas.

Por ello, nuestro equipo Motyva ha preparado este documento para responder a las dudas más comunes sobre la Terapia miofuncional de una manera sencilla y directa.

Terapia miofuncional, revisión

El objetivo es desmitificar este tratamiento y ofrecer la claridad necesaria para que los pacientes y sus familias se sientan informados, seguros y empoderados al comenzar este importante camino hacia una mejor salud y calidad de vida.

¿Qué es exactamente la Terapia miofuncional?

La Terapia miofuncional, también conocida como terapia orofacial o de reeducación muscular, es una disciplina especializada dentro del campo de la logopedia. Una forma sencilla de entenderla es pensar en ella como una especie de ‘fisioterapia para los músculos de la cara y la boca’.

Su trabajo se centra en diagnosticar y tratar los patrones de movimiento incorrectos de estos músculos, los cuales son fundamentales para realizar funciones tan vitales como respirar, masticar, tragar y hablar correctamente.

¿Cuál es el objetivo principal de esta terapia?

El objetivo de la Terapia miofuncional va más allá de aliviar un síntoma aislado, como podría ser un problema de pronunciación. Su meta es corregir la causa raíz del problema: un desequilibrio en la función muscular.

La terapia busca reeducar estos músculos para que trabajen en armonía, creando nuevos patrones de movimiento que sean correctos y, con el tiempo, se vuelvan automáticos.

El fin último es conseguir un equilibrio muscular orofacial que permita realizar adecuados patrones de comportamiento, mejorando así la calidad de vida del paciente de una manera integral y duradera.

Este proceso es más profundo que un simple fortalecimiento. Se trata de una re-programación neuromuscular. El cerebro ha aprendido y automatizado un patrón incorrecto (por ejemplo, empujar la lengua contra los dientes al tragar).

La terapia, a través de la repetición consciente de nuevos movimientos, enseña al cerebro una nueva forma de actuar. El objetivo no es que el paciente tenga que pensar en cómo tragar correctamente por el resto de su vida, sino que este nuevo patrón se vuelva tan natural e inconsciente como el anterior.

Este es el motivo por el cual la constancia y la práctica en casa son tan cruciales para el éxito del tratamiento.

Ejercicio de Terapia miofuncional, beso

¿Qué partes del cuerpo se trabajan?

La terapia se centra en lo que técnicamente se conoce como el ‘sistema estomatognático’ o ‘bucomaxilofacial’. Este sistema es el conjunto de estructuras de la boca y la cara que incluye:

  • La lengua: El músculo más fuerte del cuerpo en relación a su tamaño, y un actor principal en la deglución, el habla y la correcta formación del paladar.
  • Los labios: Fundamentales para un correcto sellado bucal, lo que permite la respiración nasal y una adecuada pronunciación de ciertos sonidos.
  • Las mejillas: Ayudan a mantener el alimento en su sitio durante la masticación.
  • La mandíbula: Esencial para la masticación y la articulación del habla.
  • El paladar (duro y blando): El lugar donde la lengua debe descansar y apoyarse para una correcta deglución.

La terapia trabaja para asegurar que todos estos componentes funcionen de manera coordinada y equilibrada.

¿Es lo mismo que la logopedia tradicional?

La Terapia miofuncional es una especialidad dentro de la logopedia. Mientras que la Logopedia abarca un campo más amplio que incluye el lenguaje, la voz, la audición y la comunicación en general, la Terapia miofuncional se enfoca específicamente en la función de los músculos orofaciales.

Se podría hacer una analogía: si el habla y la alimentación son como un coche, la Terapia miofuncional se asegura de que el motor (los músculos) funcione de manera óptima para que el coche pueda moverse correctamente.

A menudo, un problema de habla o deglución es un síntoma de una disfunción muscular subyacente, y es ahí donde interviene esta terapia especializada.

¿Qué tipo de problemas y malos hábitos corrige la Terapia miofuncional?

Esta terapia aborda una amplia gama de disfunciones y hábitos orales que pueden afectar a personas de todas las edades. Entre los más comunes se encuentran:

  • Respiración por la boca (respiración oral): Un hábito que puede alterar el desarrollo facial y dental.
  • Deglución atípica: El patrón incorrecto de tragar, generalmente empujando la lengua contra o entre los dientes delanteros.
  • Posición incorrecta de la lengua en reposo: Cuando la lengua descansa en el suelo de la boca o entre los dientes en lugar de en el paladar.
  • Hábitos de succión persistentes: Chuparse el dedo, el labio o el uso prolongado del chupete más allá de la edad recomendada.
  • Masticación ineficaz: Masticar solo por un lado, con la boca abierta o sin triturar adecuadamente los alimentos.
  • Bruxismo: El hábito de apretar o rechinar los dientes, a menudo durante el sueño.
  • Problemas de articulación del habla: Dificultades para pronunciar ciertos sonidos como /s/, /r/, /rr/, /d/, /t/, /l/, a menudo debido a una colocación o movimiento incorrecto de la lengua (ceceo o sigmatismo).
  • Disfunción de la Articulación Temporomandibular (ATM): Dolor o molestias en la articulación de la mandíbula.

Además, la terapia es una herramienta fundamental en la rehabilitación de condiciones más complejas como parálisis facial, secuelas de accidentes cerebrovasculares (ACV), síndromes congénitos (como el Síndrome de Down), o tras cirugías maxilofaciales.

Revisión de la ATM

¿Cómo sé si necesito Terapia miofuncional?

Identificar la necesidad de una evaluación miofuncional es el primer paso. Si una persona, ya sea niño o adulto, presenta varias de las siguientes señales, es recomendable consultar con un logopeda especializado. La siguiente tabla resume los signos de alarma más frecuentes y sus posibles implicaciones:

  • Respirar por la boca (de día o de noche): Puede afectar negativamente el desarrollo de los maxilares, la alineación de los dientes, la calidad del sueño y aumentar el riesgo de infecciones respiratorias.
  • Ronquidos, sueño agitado o pausas al respirar: Puede ser un signo de debilidad muscular en las vías respiratorias y estar relacionado con la apnea obstructiva del sueño, lo que reduce la oxigenación y el descanso.
  • Mantener la boca abierta en reposo: Indica un bajo tono muscular en los labios (hipotonía labial) y una posición incorrecta de la lengua, lo que impide un desarrollo facial armónico.
  • Empujar la lengua contra los dientes al tragar: Esta fuerza constante (se traga cientos de veces al día) puede mover los dientes, crear una mordida abierta y comprometer los resultados de una ortodoncia.
  • Ceceo o dificultad para pronunciar /s/, /d/, /t/, /l/, /n/, /r/: A menudo es el resultado directo de una posición o movimiento incorrecto de la lengua, que la terapia puede reeducar.
  • Masticar con la boca abierta, hacer ruido o tragar sin masticar bien: Puede indicar problemas de coordinación muscular, falta de sellado labial o una función masticatoria ineficaz que puede afectar a la digestión.
  • Dolor en la mandíbula, cabeza, oídos o cuello: Puede estar relacionado con la tensión muscular generada por el bruxismo o una disfunción de la articulación temporomandibular (ATM).
  • Los dientes se han vuelto a descolocar después de la ortodoncia: Es una señal muy clara de que la causa muscular subyacente (el desequilibrio de fuerzas) no fue corregida, y los músculos han vuelto a mover los dientes.

La Terapia miofuncional busca detener el ‘efecto dominó’

Un solo mal hábito, como la respiración bucal, rara vez es un problema aislado. Funciona más bien como la primera ficha de un dominó que cae y desencadena una serie de consecuencias.

La respiración por la boca obliga a la lengua a adoptar una posición baja para permitir el paso del aire. Esta lengua baja no ejerce la presión necesaria contra el paladar, lo que puede resultar en un paladar estrecho y alto, y en el apiñamiento de los dientes por falta de espacio.

A su vez, para facilitar la entrada de aire, la persona puede adelantar la cabeza, lo que con el tiempo puede afectar a la postura corporal general.

Finalmente, la respiración bucal es menos eficiente para la oxigenación, lo que puede llevar a un sueño de peor calidad, causando fatiga, irritabilidad y falta de concentración durante el día.

La Terapia miofuncional busca detener este ‘efecto dominó’ interviniendo directamente en la causa inicial.

Primera consulta de evaluación en Terapia miofuncional

¿Cómo es la primera consulta de evaluación?

La primera consulta es una sesión de ‘investigación’ exhaustiva y fundamental. El logopeda necesita entender a fondo la situación para diseñar un plan de tratamiento que sea 100% personalizado. Esta evaluación suele incluir:

  • Una entrevista detallada (anamnesis): Se conversará sobre la historia clínica, el desarrollo del paciente, hábitos pasados y presentes (succión, alimentación), salud general (alergias, problemas respiratorios) y las preocupaciones principales.
  • Un examen físico: El terapeuta observará y evaluará la estructura y la función de los labios, la lengua (incluyendo el frenillo), las mejillas, el paladar y la mandíbula.
  • Observación de las funciones: Se pedirá al paciente que realice acciones cotidianas como beber agua, comer alimentos de diferentes texturas (como una galleta o un yogur) y hablar, para observar directamente los patrones de respiración, masticación y deglución.

¿En qué consiste una sesión típica de Terapia miofuncional?

Cada sesión es una combinación de entrenamiento, práctica y concienciación. Durante una sesión típica, el logopeda enseñará y guiará al paciente en la realización de ejercicios específicos, asegurándose de que la técnica sea la correcta.

Se utilizan herramientas como espejos para que el paciente pueda observar sus propios movimientos y tomar conciencia de ellos (lo que se conoce como retroalimentación o feedback visual).

En algunos casos, se pueden emplear masajes o estímulos táctiles para ‘despertar’ músculos que no se están utilizando o para relajar aquellos que tienen demasiada tensión.

Una parte importante de la sesión se dedica a revisar el progreso en casa, resolver dudas y establecer los objetivos para la siguiente semana.

Ejercicio de Terapia miofuncional, inflar y desinfler mejillas

¿Qué tipo de ejercicios se realizan?

Es importante destacar que la Terapia miofuncional es un tratamiento no invasivo y no es doloroso. Al principio, al igual que cuando se empieza a ejercitar cualquier otro músculo del cuerpo, se puede sentir algo de fatiga muscular, pero nunca dolor.

Los ejercicios se adaptan a la capacidad de cada paciente y, especialmente en el caso de los niños, se presentan a menudo a través de juegos para que resulten amenos y motivadores.

Algunos ejemplos de ejercicios sencillos son:

  • Para la lengua: Chasquear la lengua contra el paladar (simulando el trote de un caballo), llevar la punta de la lengua a la nariz y a la barbilla, o recorrer con la punta de la lengua los labios por fuera.
  • Para los labios: Sostener un depresor de madera o una pajita entre los labios sin usar los dientes, mandar besos muy sonoros o inflar y desinflar las mejillas manteniendo los labios sellados.
  • Para la respiración: Aprender a inspirar y espirar suavemente por la nariz, soplar una bolita de papel sobre una mesa solo con el aire de la nariz, o inflar globos para trabajar la fuerza del soplo.
  • Para la deglución: Practicar tragar pequeños sorbos de agua o saliva asegurándose de que la punta de la lengua sube al paladar y no empuja los dientes.

¿Por qué es tan importante hacer los ejercicios en casa?

La implicación del paciente y su familia es el pilar fundamental del éxito en esta terapia. El logopeda actúa como un ‘entrenador personal’: en la sesión, enseña la técnica correcta y supervisa el movimiento, pero el verdadero cambio y la consolidación del nuevo hábito muscular ocurren con la práctica diaria en casa.

El objetivo es re-programar un patrón motor que lleva años realizándose de forma incorrecta, y esto solo se consigue con la repetición frecuente. Una sesión semanal por sí sola no es suficiente para lograr esta automatización.

A diferencia de otros tratamientos en los que el paciente es un receptor pasivo (como en una cirugía), en la Terapia miofuncional el paciente es el protagonista de su propia recuperación.

El éxito depende directamente de su motivación, constancia y compromiso con el programa de ejercicios. Este enfoque activo empodera al paciente, dándole el control sobre la mejora de su salud y bienestar.

Bolitas de papel para soplarlas por la nariz

¿Qué materiales o herramientas se utilizan durante la terapia?

Para desmitificar el proceso, la mayoría de los materiales utilizados son sencillos y a menudo cotidianos. Se pueden emplear depresores de madera (los palitos de los médicos), botones atados a un hilo, bolitas de papel, pajitas de diferentes grosores, globos, velas o alimentos con distintas texturas (yogur, galletas, pan).

En algunos casos, el terapeuta puede utilizar herramientas más específicas como vibradores faciales para proporcionar estímulos sensoriales o guías para ayudar a posicionar la lengua, siempre con el objetivo de facilitar el aprendizaje del movimiento correcto.

¿Cuánto tiempo dura un tratamiento completo de Terapia miofuncional?

No existe una respuesta única para esta pregunta, ya que cada plan de tratamiento es completamente individualizado y depende de factores como la complejidad del problema, la edad del paciente, la presencia de otros trastornos y, sobre todo, la constancia en la realización de los ejercicios.

Sin embargo, se puede ofrecer un marco temporal general. Un tratamiento activo puede durar desde varios meses hasta un año o más. Generalmente, el proceso se divide en fases:

  1. Etapa Inicial (6-16 semanas): Es la fase más intensiva, donde se introducen los ejercicios y se trabaja en la eliminación de los malos hábitos.
  2. Etapa de Consolidación (4-8 semanas): Se busca fortalecer los músculos y afianzar los nuevos patrones de respiración, deglución y reposo.
  3. Etapa de Mantenimiento (6-12 meses): Las sesiones se espacian más en el tiempo y el objetivo es asegurar que los nuevos patrones se mantengan y se automaticen por completo en la vida diaria.

¿Con qué frecuencia se asiste a las sesiones?

Lo más habitual es comenzar con una frecuencia de una o dos sesiones por semana. Esta frecuencia permite un aprendizaje y una corrección adecuados al inicio del tratamiento.

A medida que el paciente avanza y va integrando los nuevos patrones, las sesiones pueden espaciarse, pasando a ser quincenales y, finalmente, mensuales durante la fase de mantenimiento, hasta el alta definitiva.

¿Cuándo empezaré a notar los resultados y qué beneficios concretos puedo esperar?

Es importante gestionar las expectativas: los resultados no son inmediatos y requieren tiempo y perseverancia. Sin embargo, con un trabajo constante, los beneficios son numerosos y tienen un impacto directo en la vida diaria:

  • Mejora de la respiración y el sueño: Se logra una respiración nasal más eficiente, lo que a menudo se traduce en una mejor calidad del sueño, una reducción significativa de los ronquidos y más energía durante el día.
  • Mejora en el habla: La pronunciación se vuelve más clara y precisa, lo que aumenta la inteligibilidad y la confianza al comunicarse.
  • Alimentación más eficaz y segura: Masticar y tragar se convierten en procesos más eficientes y seguros, previniendo problemas digestivos y permitiendo disfrutar de una mayor variedad de alimentos.
  • Salud dental y estabilidad de la ortodoncia: Ayuda a corregir y prevenir problemas de mordida (maloclusiones) y es fundamental para mantener los resultados de un tratamiento de ortodoncia a largo plazo.
  • Reducción del dolor: Puede aliviar dolores de cabeza, mandíbula o cuello que estén relacionados con la tensión muscular por bruxismo o disfunción de la ATM.
  • Mejora de la estética y la autoestima: Al corregir desequilibrios musculares, se puede lograr una mayor armonía facial. Superar limitaciones en el habla o la alimentación refuerza significativamente la confianza y el bienestar emocional.

La Terapia miofuncional es una inversión a largo plazo.

En este sentido, la Terapia miofuncional no debe verse simplemente como un gasto para solucionar un problema actual, sino como una inversión a largo plazo en la salud.

Corregir una disfunción orofacial en una etapa temprana puede prevenir la necesidad de tratamientos futuros mucho más complejos y costosos, como ortodoncias prolongadas, cirugías o el manejo de complicaciones derivadas de la apnea del sueño. Es una apuesta por la salud preventiva.

Finalizado el tratamiento, ¿los resultados son permanentes?

El objetivo principal de la terapia es que los nuevos patrones musculares se vuelvan automáticos y, por lo tanto, permanentes. La clave para que los resultados perduren es haber erradicado por completo el hábito disfuncional y haberlo sustituido por un nuevo patrón correcto que se haya consolidado a lo largo del tiempo.

La fase de mantenimiento es crucial para asegurar que no haya recaídas y para confirmar que el cerebro ha adoptado definitivamente los nuevos movimientos como su ‘programa por defecto’.

¿Tengo o voy a tener ortodoncia (brackets)?

Esta es una de las combinaciones más importantes y beneficiosas. La explicación es sencilla: los aparatos de ortodoncia (brackets, alineadores) mueven los dientes, es decir, corrigen la estructura. La Terapia miofuncional, por su parte, reeduca los músculos, es decir, corrige la función.

Los músculos de la lengua, labios y mejillas ejercen fuerzas constantes sobre los dientes. Si estas fuerzas son incorrectas (por ejemplo, una lengua que empuja hacia adelante al tragar), pueden ser la causa original por la que los dientes se descolocaron.

Terapia miofuncional para ortodoncia

Si solo se mueven los dientes con ortodoncia pero no se corrige la fuerza muscular que los descolocó, es muy probable que, al retirar los aparatos, los músculos vuelvan a mover los dientes a su posición incorrecta.

¿Cómo ayuda la Terapia miofuncional a que el tratamiento de ortodoncia sea más exitoso y duradero?

La Terapia miofuncional actúa como el aliado perfecto de la ortodoncia en dos momentos clave:

  1. Antes o durante la ortodoncia: Al corregir los malos hábitos y equilibrar las fuerzas musculares, se elimina la resistencia que los músculos pueden ejercer contra el movimiento de los dientes. Esto puede hacer que el tratamiento de ortodoncia sea más rápido, eficiente y estable. Es como ‘quitar el freno de mano’ antes de intentar mover el coche.
  2. Después de la ortodoncia: Es la garantía para la estabilidad a largo plazo. Al crear un entorno muscular equilibrado, se previene la recidiva, que es el término técnico para cuando los dientes tienden a volver a su posición original. La terapia asegura que la nueva posición de los dientes sea mantenida de forma natural por unos músculos que ahora trabajan a su favor.

    ¿Mi terapeuta trabajará junto a otros especialistas como mi dentista, ortodoncista u otorrino?

    Absolutamente. El éxito de la Terapia miofuncional a menudo depende de un enfoque de equipo. La colaboración interdisciplinaria es fundamental para un tratamiento integral. Algunos ejemplos de esta colaboración son:

    • Otorrinolaringólogo (Otorrino): Antes de iniciar una terapia para corregir la respiración bucal, es imprescindible que un otorrino descarte cualquier obstrucción física, como amígdalas o adenoides agrandadas, que impida mecánicamente la respiración por la nariz. De nada sirve enseñar a respirar por la nariz si el paso del aire está bloqueado.
    • Ortodoncista y dentista: La comunicación es constante para coordinar los tiempos del tratamiento de ortodoncia con la reeducación muscular, asegurando que ambos tratamientos se apoyen mutuamente.
    • Fisioterapeuta u Osteópata: Si se detectan problemas de postura corporal general que puedan estar influyendo en la posición de la cabeza y la mandíbula, se puede recomendar una valoración por parte de estos profesionales.

    El trabajo con otros profesionales es sello de calidad.

    Esta necesidad de trabajar con otros profesionales no debe verse como una complicación, sino como un sello de calidad y de un enfoque terapéutico verdaderamente holístico.

    Demuestra que no se está tratando ‘una boca’ o ‘un problema de habla’ de forma aislada, sino a una persona en su totalidad, entendiendo que la función oral, la estructura dental, las vías respiratorias y la postura corporal están íntimamente conectadas. Este enfoque integral es el que garantiza los mejores y más duraderos resultados.

    La Terapia miofuncional es mucho más que un conjunto de ejercicios; es un camino proactivo hacia una mejor salud general. Al restaurar el equilibrio de los músculos orofaciales, se abren las puertas a una mejor respiración, un sueño más reparador, una alimentación más placentera y una comunicación más clara y segura.

    Esperamos que esta guía haya resuelto muchas de sus dudas. Sin embargo, cada persona es única, y la mejor manera de entender sus necesidades específicas es a través de una evaluación personalizada.

    Le animamos a dar el siguiente paso. Solicite una cita con nuestro equipo Motyva para descubrir cómo la Terapia miofuncional puede ayudarle a usted o a su hijo a alcanzar su máximo potencial de salud y bienestar.

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